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Acabo de volver de Fiturtech 2012, un foro turístico que se va consolidando como referente en el mundo del turismo y la tecnología en España año tras año. Bajo mi punto de vista, ha sufrido una evolución considerable: si hace unos años era un lugar donde algunos frikis nos reuníamos para debatir y reflexionar sobre tendencias y soluciones tecnológicas que estaban influenciando a la industria turística, hoy por hoy es un foro consolidado donde un amplio número de profesionales del sector participa para ponerse al día de lo que ya no es el futuro, sino el presente en nuestra industria turística.

El objetivo de este artículo no será sin embargo hablar de tecnología y turismo sino de actitud y optimismo. No obstante, realizaré tres breves apuntes a modo de grandes tendencias:

  • Internet seguirá consolidándose como canal de venta y de información, se estima que llegue a representar el 50% del total de las ventas;
  • El poder de los usuarios seguirá creciendo por su necesidad y posibilidad de compartir y acceder a información; el binomio medios sociales + nuevas tecnologías, dibujará un entorno altamente competitivo y exigente que obligará a ser creativos tanto en la manera de presentar los productos, como en la manera de hacérselos llegar al consumidor, su comercialización;
  • El turismo es móvil y hay que estar preparados para utilizarlo como un nuevo y potente canal de comercialización y comunicación. El consumo de información en tiempo real y de última hora seguirá revolucionando los procesos de reserva, gestión de precios y en definitiva la operativa hotelera y turística del sector.

Podría proporcionar muchos más datos sobre tendencias, estrategias y cambios sin embargo, al igual que se ha hecho este año en Fiturtech, a través del fantástico Emilio Duró, me gustaría hablar de optimismo, y es que opino que dado el entorno que nos está tocando vivir, lo primero que debemos hacer es cambiar nuestra actitud y afrontar el futuro económico y social, que nosotros mismos debemos construir, con optimismo, aspecto que abandonamos con frecuencia en nuestro día a día.

Optimismo

Autor Imagen: Fraufida


Algunas de las conclusiones que más me llamaron la atención de la charla de Emilio Duró fueron:

  • Una persona optimista vive 6 o 7 años más y rinde entre el 65% y el 100% que la gente normal.  Hay que contratar a personas optimistas, no a personas bien formadas.
  • Hay personas y profesionales pesimistas capaces de arruinarte el día, es necesario identificar a estas personas y sacarlas de los equipos porque los hunden.
  • Nos pasamos la vida preocupados por el 99% de cosas que no pasarán nunca porque estamos preparados para sobrevivir, no para vivir.
  • No hay nada peor que un tonto motivado. Hay personas que no están preparadas y si se creen que lo están y las motivamos, las hundimos.
  • La felicidad está en buscar sentido a la vida (sólo el 3% de las personas lo hacen). Hay que aprender a ponerle pasión a la vida.

¿Cuál es mi conclusión personal de todo esto?

De nosotros depende mirar hacia delante con ilusión y optimismo o hacerlo con temor y pesimismo. El entorno económico no es el más adecuado, cierto, pero quizás no pongamos el punto de referencia de nuestra felicidad en el lugar adecuado y este pesimismo generalizado nos impida detectar oportunidades. Tampoco debemos caer en un “optimismo ñoño”. Según Martín Seligman, el optimista inteligente es capaz de ver la realidad e identificar si algo no funciona pero también tiene la capacidad para valorar qué hacer para mejorarla.

Nos somos ni los primeros, ni los únicos, ni los últimos, que debemos hacer frente a una situación complicada ¿y qué? La historia está llena de notables personajes que a través de su vida o su obra nos han transmitido su saber y su razón y nos dan pistas del  camino que podemos tomar. Nelson Mandela, por ejemplo, dijo que las “Cosas son imposibles hasta que se hacen” y nuestro querido Cervantes que  “El hombre bien preparado para la lucha ya ha conseguido medio triunfo”.

Somos dueños de nuestro pensamiento y acciones, ¡pongámonos a trabajar entonces!.


 

 

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